¡SOCIOCRACIA, ALGO MÁS QUE UN MÉTODO! (Colaboración de Didier Escalón - TSG España)

Sociocracia, la palabra

Cracia significa gobierno, dominio, poder. Socio significa personas asociadas que comparten un interés común. Sociocracia por tanto es la gestión del poder de las personas asociadas.

Nuestras investigaciones señalan que los primeros usos de la palabra sociocracia remontan al periodo de Auguste Comte (1798-1857), Frank Ward, (1814-1913) y Eugène Fournière, (1857-1914). Estos sociólogos activistas inspiraron a Kees Boeke, (1884-1966), ingeniero y pedagogo innovador, que a su vez inspiró a Gerard Endenburg (1933 - ). Gerard Endenburg fue alumno de la misma escuela de Kees Boeke, y es él quien diseñó el método sociocrático tal y como lo conocemos hoy.

El método

Es un modelo de gestión y gobernanza para organizaciones y sociedades basado en el principio de equivalencia e inspirado por la cibernética. El núcleo del método es la organización de la toma de decisiones por consentimiento (principio de 0 objeción). 

Gerard Endenburg diseñó 4 reglas básicas para gestionar a una organización social. Desde nuestra experiencia como grupo origen, estas 4 reglas: Consentimiento, Círculo, Doble Enlace, Elección abierta, atienden a las siguientes problemáticas.

Las problemáticas

La gestión del poder entre las personas asociadas sigue siendo hoy uno de los problemas más complicados por atender. Por un lado, nuestra cultura y nuestros genes nos proporcionan instintos de autócratas. Según el carácter, el estatus y la cultura, algunas personas amplifican este instinto a costa de los demás. Deciden para los demás. Para los demás, es cómodo dejarse llevar a costa de la debida responsabilización. Por tanto, la aplicación del método libera y responsabiliza a las personas.

La estructuración organizativa no tiene buena fama en culturas más que menos sociales. Con razón, ya que hay pocas alternativas a las estructuras funcionales vividas en la mayoría de las organizaciones empresariales. En proyectos de ámbito y fines sociales se quiere aplanar la estructura por pensar que si hacemos lo contrario estaremos en lo cierto. Entre estas dos posturas evidentes y comprensibles, existe la opción sociocrática que reconcilia verticalidad y horizontalidad. Las estructuras son necesarias para organizar nuestros proyectos y evitar que “todos tengan que decidir para todo”. Cultivar la confianza para que cada uno y cada una en su ámbito y grado de responsabilidad pueda utilizar sus talentos y competencias para desempeñar un rol beneficioso tanto para la persona como también para el proyecto común. El método sociocrático propone una estructura organizativa que descompone los objetivos desde lo más abstracto hacia lo más concreto a través de círculos interconectados. Esto garantiza el emprendimiento y la participación regulada de cada persona dentro de la organización.

La comunicación es otro de los problemas que padecen las organizaciones en general. Más allá del hecho de informar, que es muy popular en empresas, la comunicación requiere retroalimentación. Requiere la disposición del receptor para reaccionar y alimentar la relación. El método sociocrático va más allá y empodera a cada persona dentro de la organización para que en su debido lugar, esté empoderada para influir en los resultados en un 360º.

Finalmente, y no menos importante, está el problema del compromiso. En organizaciones de carácter más social, el incentivo económico suele ser menor en comparación a las empresariales. A veces es incluso casi nulo. En ellas, la falta de compromiso proviene habitualmente por el objetivo del mismo desempeño. Se efectúa para cobrar un sueldo, no para el desarrollo vocacional alineado con los fines de la organización al cual pertenece la persona trabajadora. En las organizaciones sociales, el compromiso y la motivación deben ser fomentados por el concepto gana - gana - gana. La persona en proceso de autorrealización, dentro de una organización en proceso de autorrealización, dentro de una sociedad en proceso de autorrealización. Se trata de una cuestión de alineamiento entre la parte y el todo al cual la parte pertenece. De eso se ocupa también el método sociocrático.

Los beneficios destacados

El método sociocrático se asocia a las reuniones y a los grupos de trabajo ya que uno de los núcleos de la metodología se ocupa de gestionar la gobernanza distribuida en círculos formados por personas vinculadas por un objetivo común. El principio de equivalencia, propio del método, garantiza que cada persona tenga igual valor esté dónde esté en la organización. Inspirado por la cibernética, el método organiza seriamente los procesos operativos y de toma de decisiones propios a cada círculo. Hablamos de semiautonomía, lo que otorga al círculo de personas asociadas para desarrollar un objetivo común, un ámbito de actuación, un grado de responsabilidad y la correspondiente autoridad. Esto hace que las reuniones de trabajo sean más participativas y efectivas. 

Involucrarse en la toma de decisiones lo cambia todo. Es de sentido común el hecho de formar parte de las decisiones que determinan las acciones que desempeñamos. La naturaleza de estas decisiones tiene que ver con la optimización de los procesos operativos a nuestro cargo. Por tanto, quién mejor que nosotros mismos para ofrecer vías de mejora. 

Sin embargo, y allí está la agilidad que ofrece el método, si uno propone vías de mejora para optimizar sus propios procesos operativos, es fundamental verificar con los demás miembros del equipo que aquellas soluciones no impiden el desempeño de sus funciones. Hasta qué punto pueden tolerar los demás la propuesta de mejora que queremos hacer, es la dinámica que se dará durante la reunión y durante la búsqueda del consentimiento de todos (Principio de 0 objeción).

Para ello, por supuesto, cada quién en la organización y en el equipo debe sentirse empoderado y a la vez responsabilizarse para desempeñar su parte del plan general (misión de la organización y objetivo del círculo).

Finalmente, la aplicación de la metodología no va sin contraparte. Provoca un cambio personal significativo. Hablamos de cambio de comportamiento y de actitud. (Mindshift). Desde nuestra experiencia en el grupo fundador (TSG - 50 años de experiencia) las verdaderas ventajas que una organización puede extraer del método sociocrático se consiguen cuando se va más allá de la mera técnica y aplicación de las 4 reglas. Estar dispuesto en desarrollar el potencial, esta proyección ideal de la entidad (persona, equipo, organización), es un requisito para la realización. Esto a su vez pasa por aceptar la regulación consentida de las demás personas presentes en el ecosistema del cual uno forma parte. El límite y bloqueo a esta gran posibilidad está en cada una y cada uno de nosotros. Lo llamamos ego. 


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